En varios billetes de India, en una de sus caras, aparece el rostro de Gandhi y no es de extrañar ya que India y Gandhi son sinónimos, no se puede entender el uno sin el otro. Por eso en esta ocasión os propongo un viaje al estado de Gujarat, ese que tuvo tanto que ver en la vida de aquel, al que el gran poeta bengali Tagore, llamo Mathama, Alma Superior.
La primera parada será en la ciudad de Porbandar, lugar donde nació en 1.869 el apóstol de la no violencia “ahimsa”. Cuando yo viaje hasta allí coincidí con muchos indios que casi como si de un viaje de peregrinación se tratara llegaban a su casa natal.
La casa es grande, tiene varios pisos, y es digna de una familia adinerada como era la suya. En las habitaciones no hay muebles, tan solo fotos y recuerdos del líder hindú y se accede a ella por un patio donde también hay fotos y dibujos.
Me emociono observar la gran devoción que todavía le profesan muchas personas en India, prueba de ello es que muchas de ellas depositan flores y se inclinan en señal de respeto ante un enorme cuadro con su imagen que hay en el patio de entrada.
Aunque algunos jóvenes hoy afirman que las doctrinas de Gandhi son algo del pasado y que ya no tienen ninguna validez en la India actual, el fervor y gratitud que todavía le muestran tantas personas llegadas desde cualquier rincón del país hace pensar lo contrario.
La siguiente parada fue en Ahmedabad, la bulliciosa y poblada capital del estado. Allí visite el Sabasmati Ashram, un sencillo lugar al lado del rio, donde Gandhi vivió durante 12 años desde 1.917. Paseando por aquel sencillo lugar donde hay una atmosfera muy especial, pensé que en cualquier momento podría aparecer el gran maestro vestido tan solo con su dhoti, sus chanclas, sus gafas redondas y su bastón. Este lugar representa aquello que Gandhi escribió: “Crear un número ilimitado de necesidades y satisfacerlas me parece una ilusión y una desidia.”
Y por último en este viaje visite el modernísimo Museo Gandhinagar, ese que tiene todo tipo de adelantos técnicos y que está muy lejos de la sencillez del ashram. El complejo tiene la forma de pirámide y de esta forma simboliza “La Marcha por la sal”, ese largo camino de 388 km que une las ciudades de Ahmedabad y Dandi, en la costa , y que Gandhi recorrió en marzo de 1.930 durante 21 días con otras personas como protesta sobre el impuesto del monopolio ingles sobre la sal. Esta marcha se convirtió además en un hito muy importante para conseguir la Independencia de India.
En alguna ocasión escuche: “No hay que caer en la tentación de tratar de comprender la India” y yo después de numerosos viajes por ese país que adoro opino que al menos intentando entender a Gandhi y su doctrina quizás sea más fácil llegar a vislumbrar el gran aporte que India fue y sigue siendo para la Humanidad.
Yorumlar